viernes, 7 de septiembre de 2012

Sergio Larrain

Los caminos de la vida.
Lo primero de todo es tener una máquina que a uno le guste, la que más le guste a uno, porque se trata de estar contento con el cuerpo, con lo que uno tiene en las manos y el instrumento es clave para el que hace un oficio, y que sea el mínimo, lo indispensable y nada más. Segundo, tener una ampliadora a su gusto, la más rica y simple posible (en 35 mm la más chica que fabrica Leitz es la mejor, te dura para toda la vida). Carta completa